El tema de inicio de FE no cambia, siguiendo la estructura de siempre y se nos obliga a crear un avatar (o un personaje al que podremos controlar y configurar parcialmente) aunque no con todas sus características en la versión demo, y comienza con nosotros, que somos un estratega, que estamos desmayados en una pradera y el protagonista nos despierta al más puro estilo FE7 con una cinemática muy bien cuidada.
Arriba, campeón, que si pones esto en 3D te vuelves a caer del susto.
A partir de entonces, los personajes dialogan y tras unos diálogos vamos al primer capítulo y pasamos a analizar cuatro aspectos del juego:
Primeramente en gráficos, están muy cuidadas las cinemáticas y los combates, haciendo así una animación muy buena. Han cambiado las pantallas de sentido, ahora el mapa está en la pantalla superior y los datos, en la inferior, lo que nos permitirá cambiar cosas menores, pero no es un cambio muy importante en lo que se refiere a comodidad.
El cambio de los gráficos contrasta con FE11,de DS, pero al final se hace cómodo el mirar a la pantalla grande.
El punto fuerte se centra en los combates, donde se puede apreciar el mayor cambio en una portátil. En la pantalla superior seguimos viendo el duelo de ambos bandos, pero con diversos cambios en la pantalla táctil, podemos poner o fijar la cámara automáticamente (el modo normal), centrando la cámara en el enemigo, o hacer un plano fijo de la mitad del campo.
También tenemos la posibilidad de doblar la velocidad del combate, ralentizarlo, o pausarlo. Mientras lo pausamos podemos adaptar uno de los puntos de vista antes mencionados, y en general, haciendo del combate algo más variado o entretenido.
El punto débil de los gráficos son los del mapa del juego, donde los sprites del juego son bastante planos y sencillos, además de que nos es difícil diferenciar a simple vista los cuadrados que son bosques de los que no, y bajo mi opinión, gráficos sencillos y aburridos, sólo en ese sentido.
Las animaciones de los combates son muy notables y aquí se muestran imágenes de ambas pantallas, con las opciones antes explicadas aquí abajo (¿Espada de bronce...?)
Sobre el sonido no se puede decir mucho, la canción que suena durante los mapas son remixes del tema principal de Fire Emblem y no mucho más destacable, posiblemente por ser una demo. Cabe destacar que si, obviamente, pausamos el combate, la música seguirá sonando.
En cuanto a la jugabilidad, es Fire Emblem en su más pura esencia, y nada cambia excepto por el hecho de agrupar unidades en una misma casillas o los apoyos en batalla, que podemos resumir como ver los efectos del apoyo, pero de manera más obvia. Lo que me queda por comprobar es la función de los ataques dobles.
Como concepto general, y siguiendo con la historia, que surgen unos no-muertos extraños en el segundo capítulo y un personaje enmascarado (haciendo hincapié en la obviedad de FE del 'ocultismo' que poseen los personajes enmascarados) y los protagonistas deben luchar contra ellos, al más puro estilo de Fire Emblem Sacred Stones (FE8). También me recuerda potencialmente el hecho de que nos movamos por un mapa general como se hacía en dicho juego.
Las animaciones de level up pueden ser de las más sosas hasta ahora en toda la saga; pero a su vez innova que dependiendo de las estadísticas que suban digan una frase u otra.
En términos generales, considero a este juego como recomendable. El haber jugado esta demo incrementa y mucho las posibilidades de que adquiera el juego completo y poder analizarlo del todo, pero desde siempre me han... chirriado, por decirlo de alguna forma, los diseños de los personajes, o demasiado rimbombantes o bien demasiado simples en mi opinión, y el hecho de que haya seres no-muertos por razones aún no justificadas da un poquito para pensar, pero no creo que sea nada malo. Vuelve el modo lunático de fe11, así que no creo que nos debamos de preocupar por la dificultad del mismo. En definitiva, recomendaría la compra a cualquiera que está mínimamente interesado en la saga.
Y hasta aquí mi primera impresión sobre el juego. ¡Seguiremos informando!
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